Con el embarazo de Diego no me paso tanto (aunque puede que mi chico piense lo contrario), como mucho algo después del parto ... pero con este tengo que reconocer que mi chico es un santo. Hay veces que salto, y me cabreo con el sin ninguna razón o por alguna estupidez ... o me pongo a llorar y lo mas gracioso es que ni yo se porque ..
El otro día fue por una tontería, había que hacer algo y no podía hacerlo sola, necesitaba la ayuda de mi chico. Era por la noche, acababa de dormir a mi niño grande ... y estaba matada. Solo eran cinco minutos, y mi chico dijo que nos pusiéramos a ello, y salte, le conteste mal y me puse a llorar como una tonta. Luego me disculpe claro, porque mi reacción estuvo totalmente fuera de lugar. El puso cara de circunstancias, se rió y me dijo que no pasaba nada.
A veces no se que haría sin él.
2 comentarios:
Ay cariño, si es lo más normal del mundo! Yo, sin poder echarle la culpa a las hormonas, el otro día le llamé llorando porque estaba muy, muy cansada y me había atrapado la fiesta del orgullo y no podía volver a casa! Al final lo logré, claro, pero es que el cansancio extremo nos revoluciona y si le unes las hormonas, pues más. Disfruta de lo que te queda! Y de tu chico tambien!
Si, tienes razón, pero por lo menos tu tenias una razón mas coherente ... si la gente en una situación como esa jura en arameo ... no vamos nosotras a soltar alguna lagrimilla.
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