lunes, 7 de noviembre de 2011

Mi trabajo, conciliacion por ahora si, ... pero hasta cuando?

Por ahora he tenido mucha suerte. Por parte de mi jefe nunca he tenido ningún problema, incluso llego a subirme el sueldo sabiendo que estaba embarazada de mi hijo mayor, pero se que mi empresa es otra historia.

Tengo reducción de jornada y trabajo de 8 a 3. Pedí la jornada reducida y me la concedieron sin problemas. Y sigo haciendo el mismo trabajo de siempre. Alguien podría pensar que tengo suerte (y es cierto) y que que enrollada mi empresa (ni de coña). Basicamente tengo estas condiciones porque el tipo de trabajo que hago es muy especializado, y no hay nadie a la vista mejor formado que yo para hacerlo. Y no es porque sea complicado, sino porque para un informático es un trabajo tedioso y aburrido. Vamos, que nadie quiere hacerlo si no tiene más remedio. Pero se que si aparece alguien que quiera hacerlo de jornada completa y con ganas de hacer horas extras o simplemente deja de haber proyectos durante algo mas de un mes, a mi me dan la patada. Nadie es insustituible, y menos en esta profesión.

Creo que mientras los hombres y las mujeres no tengamos los mismos derechos, siempre le rentará a la empresa contratar a un hombre, y nosotras seguiremos perdiendo. Y con los mismos derechos, me refiero a bajas de la misma duración independientes una de la otra y mismas retribuciones salariales. Pero eso ahora mismo es una quimera, y las mujeres vamos a tener que seguir eligiendo entre priorizar la vida profesional y la vida familiar.

Yo, evidentemente, doy prioridad a mi vida familiar. Porque prefiero estar con mis hijos a hacer horas en un trabajo que aunque la mayor parte del tiempo me gusta, no lo agradecen. También porque se, que en esa empresa, tengo fecha de caducidad. Y se que la tengo por tener ya siete años de antiguedad, treinta y tantos años, el sueldo que tengo, dos hijos y jornada reducida. Y eso, en mi empresa, son solo puntos negativos. Se que intentaran despedirme con la menor indemnización posible o intentaran putearme para que yo solita decida irme. Aunque esto último, hoy por hoy, lo llevan claro.

1 comentario:

Silvia dijo...

Qué duro es que en el momento en que una se convierte en madre ya empiece a sumar puntos negativos en su historia laboral...
Mucho ánimo guapa!