martes, 25 de octubre de 2011

Habemus peluqueria

Mi hijo mayor siempre le había tenido miedo a cortarse el pelo. Deje de ir a la peluquería porque no había forma de que usaran la tijera ... y le pasaban la máquina.y sinceramente, para eso se lo hacia yo en casa. Aun así, para cortarle el pelo mi marido le tenia que sujetar y yo pasarle la máquina, y el pobre se pasaba un buen rato llorando. Vamos, que cada vez que tocaba cortarle el pelo se montaba un drama.

El caso, es que un día paseando por un centro comercial vi una peluquería especializada en niños. Y ayer me anime a pedir hora y llevarle. Le dije que era una peluquería en la que si te portabas bien, al salir te daban un regalito. Cuando llegamos, la chica que le corto el pelo fue un amor, le sentó en una silla con forma de coche de bomberos, le puso una peli y por cada cosa que iba a hacer se lo contaba a mi niño. No dijo ni mu, se dejo cortar el pelo y quedo guapísimo (que va a decir su madre). Además, le regalaron una cámara de juguete. Encima cuando le pregunte si quería volver allí, me dijo que si.

Por fin podremos hacerle cortes decentes y sin riesgos de accidentes. Una vez se me fue la mano,  y le corte tanto el pelo que solo le faltaba el mono a rayas para parecer un presidiario. Porque por si queda alguna duda, la peluquería no es lo mio.

1 comentario:

Silvia dijo...

¡Esas peluquerías infantiles son geniales!
Yo tbn tengo una cerca de mi casa y me encanta llevar allí al peque porque se entretiene con todo, la peluquera es súper atenta y él está muy confiado.