Son las 05:50, suena el despertador. Diez minutos y a levantarse. Si, podría aguantar, pero es el único momento de paz. Necesito desayunar, en silencio, sin agobios, mientras veo un capítulo de la serie de turno. Me ducho, me visto y a las 7, cojo el movil y suena "run to the hills" para despertar a los enanos. Les dejo la ropa preparada, paso el testigo a mi chico y a currar.
A las tres se me cae el boli y corriendo a por los enanos. A las 16:20 llego a casa, intento comer mientras se preparan para el fútbol, pero tengo que levantarme tres veces para evitar que se maten. A las 5 para el fútbol, vuelta a casa a las 7:30. Afortunadamente mi chico prepara la cena (siempre lo hace, desde la primera vez que le invite a cenar, decidio que por su salud, la cocina es su territorio). Pero a mi me toca perseguir al rizos para que se duche. Correcaminos me persigue a mi para que le pregunte la lección (Hemos mejorado, el año pasado le perseguia yo). Yo persigo a ambos para que preparen la ropa del cole y sus mochilas. Cenamos, un rato viendo la tele y los empaqueto hasta el día siguiente. A las 11 consigo parar, ......., encefalograma plano hasta el día siguiente.
Este es mi dia de lunes a jueves. Porque lunes y miércoles entrena el Rizos y martes y jueves Correcaminos. Solo cambia el miércoles porque Correcaminos hace robótica en el cole y le recogen mis suegros (¿he dicho ya que se merecen un monumento?). Ellos le llevan a su casa para que haga los deberes y estudie.
Y encima el rizos el año que viene empieza catequesis y quiere apuntarse el año que viene a robótica y guitarra, y por supuesto, ni hablar de dejar el fútbol. Solo me salvare de la extinción si el año que viene se alinean los astros y entrenan los mismos dias.
Los viernes Correcaminos tiene catequesis y el rizos partido de liga. El sabado por la mañana es Correcaminos quien tiene partido. Pero hay mi chico no trabaja y es un paseo.
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