La vida es sueño

Con Correcaminos apenas ha habido pocas noches malas. El segundo dia de vida ya nos dormia seis horas seguidas. Y salvo cuando estaba malito, no ha dado una noche mala.

Pero claro, que eso se volviese a repetir hubiese sido demasiado pedir. Los primeros meses lo lleve bien gracias al pecho y el colecho. Le colocaba en la cama, pecho descubierto y barra libre. La mayoria de las noches, si me preguntaban no sabia cuantas veces se habia despertado.

Pero el angelito fue creciendo, exigiendo sitio y arrinconandome. Daba igual cuanto sitio libre hubiese en el centro de la cama, siempre se pegaba a mi. Ademas cada vez me costaba mas dormirle, se recorria toda la cama, intentaba bajarse, se ponia a pellizcarme el pecho o el ombligo y descojonarse. Vamos, un circo. Resultado, a el cada vez le costaba mas dormirse y yo dormia peor. Asi que algo habia que hacer.

Cuando cumplio el año, durante las vacaciones, decidimos probar a que dormiera en su cama (en la cuna, ni nos lo planteamos, imposible) con una sabana fantasma. Para el que no las conozca son sabanas que se colocan sobre las baleras y tienen una especie de pijama que les deja moverse, pero evitan que se caiga de la cama.

El cambio fue impresionante. Le colocaba en la sabana, me tumbaba a su lado, le daba el pecho y en apenas diez minutillos estaba dormido. Ademas, yo recuperaba y dormia bien comoda en mi cama.

El problema ahora son los despertares nocturnos. Para dormirle tengo que ir a su cama y darle el pecho. Ha habido un par de noches que solo se desperto una vez, pero lo normal es que sean tres o cuatro. Asi que estoy muerta.

No es hambre, porque cena muy bien. No me entra una cama en nuestra habitacion y comprar una cuna que se pueda unir a la nuestra no es una opcion porque se mueve mucho y en cuanto nota los barrotes se despierta. Y lo siento, pero no voy a dejarle llorar hasta que se acostumbre, simplemente no puedo.

Por ahi dicen que tarde o temprano dormira. Pero de momento yo tengo unas ojeras impresionantes.