Llevo mas de dos semanas trabajando, y dentro de lo malo no ha sido tan malo. Pero si tuviese la oportunidad volvería a dedicarme un tiempo solo a mis hijos. Pero con los gastos que tenemos ahora, no nos podemos permitir prescindir de mi sueldo. Además, me arriesgaba a que a mi vuelta no tuviese trabajo.
Pensé que mi hijo lo iba a llevar peor, pero parece que no es así. Temiéndome que no tomara mucha leche le dije a mi suegra que le adelantara a la comida la papilla de frutas. Y efectivamente, al principio apenas tomaba 50 ml de leche materna. Aunque el niño estaba tranquilo, que comiese tan poco empezaba a preocupar a mis suegros. Pero ya empieza a tomar de 100 a 120 ml de leche, así que estamos mas tranquilos.
En cuanto a mi, pues con el ritmo que llevo acabo matada. Empiezo el día a las cinco y media o seis, desayuno, le doy el pecho, me visto y finalmente llevo el peque a mis suegros. Luego, después de trabajar, a las cuatro recojo al mayor el cole, voy a por el peque y ya pasamos la tarde jugando. El pobre cuando me ve se me tira, y mama todo lo que no ha podido mamar durante la mañana. El resto de la tarde la pasamos jugando o haciendo recados.
Cuando llega la noche y conseguimos acostar al mayor, me tumbo a dar el pecho al peque. Mas de una noche mi marido nos encuentra a los dos tostados, pero eso no suele ocurrir hasta las 11 o doce de la noche. Nos ha salido el peque juerguista.
Y así andamos. Apenas tengo tiempo para el blog, y menos para comentar e los vuestros. Pero en cuanto puedo encontrar un ratito os leo, aunque no me da para comentar mucho. Pero aquí sigo
3 comentarios:
Madre mía qué estrés de vida llevas, chica! Cuidate y descansa todo lo posible!
Bueno, supongo que muchas madres iran igual ... lo llevamos lo mejor que podemos, que el papi tambien tiene lo suyo
Muchísimo ánimo y trata de descansar todo lo que puedas por la noche, porque llevas un buen tute maja!
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