Ya hemos dejado atrás el año 2011. Un año en el que hemos completado nuestra familia con la llegada de nuestro peque, un año en el que mi niño grande ha madurado y se ha convertido en un adulto en miniatura.
He disfrutado todo lo que he podido de mi familia durante la baja por maternidad. He podido acompañar a tiempo completo a mi niño grande en sus inicios en el cole de mayores y disfrutado de los primeros meses con mi pequeñin. He disfrutado con mi hijo mayor la primera navidad en la que era realmente consciente de que estaba viviendo. He visto su cara de ilusión cuando veía los regalos que el olentzero y los reyes magos le dejaban los regalos, y como le decía a Baltasar en la cabalgata "Baltasar, que estoy aquí". Solo he echado muchisimo de menos a mis sobrinos, que estas navidades no los he podido ver.
Pero como todo lo bueno, toca a su fin, y en breve volveré al trabajo. Todo mi ser se niega, pero no tengo otro remedio. No nos podemos permitir ni dejar el trabajo ni cogerme una excedencia. Así que el próximo viernes, con todo el dolor de mi corazón, tendré que dejar a mi pequeño con sus abuelos y irme a trabajar. Se que todos lo pasaremos mal, mi pequeño el primero. Espero que por lo menos coja el bibe, porque si no son muchas horas sin comer y solo tiene cinco meses.
1 comentario:
Ay Dembora, lo más doloroso de tener hijos no es el parto, sino tener que dejarlos...
Animo guapa!
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