El sábado pasado, por la mañana, vino mi chico diciendome que rizos había dado dos pasitos ... y que rabia me dio perdérmelo. Pero ese mismo día por la tarde, mi peque estaba apoyado en una silla en el jardín de la piscina, y se soltó y si que vi como andaba. Como si estuviese mareado o borracho, y tuve que hacerle un placaje para que no se diese de morros contra el suelo.
Y también se ha dado su primer gran golpe, porque su hermano y sus amigos estaban haciendo el burro y tirarón una de las sillas de la piscina, justo cuando pasaba andando el peque. Pero gracias al chichonil (arnidol) casi no le queda ni rastro.
Todavía le cuesta, lo suele conseguir cuando esta apoyado en algún sitio, y eso si, ahora lo único que quiere hacer es andar, andar y andar. Así que tengo la espalda como un ocho ... pero ya se sabe, sarna con gusto no pica.
Supongo que dentro de unas semanas acabare escribiendo un post pidiendo socorro por tener que correr delante de el ... pero de momento, solo se me cae la baba.